Estás ahi, en mi sentir.

Estás ahí, en mi sentir, a diario, desde el primer momento en que te ví. No es en vano que todo lo sucedido tiene un motivo para ser o darnos un significado.

Estás ahí, entre lo más sutil, y lo más preciado, estás en el lugar y momento justo, no antes, no después.

Si bien, la prosa quizás no se me dé en la mejor de las situaciones, todo lo que tu vienes a significar para mí, vale todas las letras que pueda expresarte, todas las letras que pueda decirte o recitarte.

Lamento mucho y echo de menos los días que hemos estado sin hablar, y sin estar de alguna manera sabiendo uno del otro.

Eres una persona que ha tomado relevancia en mi existir, aunque quizás todas las explicaciones no sean suficientes para poderte decir que ocupas un lugar muy especial en mis sentimientos. Es a tí, a la persona la que deseo conocer, no me interesan las apariencias, ni tampoco me interesan las posiciones sociales o económicas. 

Me interesa saber que es lo que mora en el interior de tus pensamientos y tus sentimientos, pues comprender lo que sucede, es una manera más de expresarte lo que siento por ti.

Comprendo que hay cosas que están fuera de nuestro control y que no podemos tener una certeza de que se presenten o no, pero al menos si podemos expresarlo de alguna manera (así como esta nueva carta), para ti, pues es mi deseo que te ayude a comprender también quien soy, y como soy y lo que también siento al mismo tiempo hacia tu persona.

Te pido me permitas cuidarte, en el sentido de poder estar ahí para ti, pero no a medias, sino que sin miedo me digas las cosas y me requieras para poder apoyarte. 
Se muy bien, que no soy la única persona en tu mundo a la cual esté en una importancia capital para tu forma de vida, pero al menos, déjame estar presente en tu existir.

Te ofrezco mis disculpas por mis falencias en mi expresión oral, pues sé que el tono de mi expresión no denota todas las situaciones y emociones que me toca vivir a diario.

Quiero decirte que te he extrañado mucho; pues el no saber nada ti, es como sentirse como un náufrago a la deriva del mar, sin rumbo que tomar, pues tu imagen, tu sonrisa representa esa luz, ese faro al cual puedo llegar a divisar. Tu representas para mí, mucho más de lo que imaginas, pues te estoy abriendo lo más profundo de mis sentimientos hacia tu persona; mis emociones ligadas a ti, son el objeto abstracto que más vale para mí, y quiero pedirte que lo tomes entre tus manos y tus emociones, y por favor, no los dejes irse, o caer.

Por último, pero no menos importante, quiero compartirte un fragmento, de una poesía nacida de lo que tu inspiras en mis sentimientos.

Sé que eres tú;
lo sé, porque vives a mitad de mi poesía,
porque hice de mis letras el refugio de tus días,
porque sé que con soñarte, tú algún día
a mí vendrías,
porque sé que en algún punto el universo,
por los dos conspiraría. Sé que eres tú;
lo sé, lo supe desde siempre,
por la sonrisa que dibujas en mí
rostro cuando hablas.

Sé que eres tú;
lo sé, porque el alma se me agita
cuando pienso en ti,
porque en ti es donde nacen
hoy mis ganas de escribir,
porque a pesar del tiempo y
de mil eternidades, esperaba este reencuentro. 

Sé que eres tú;
lo sé, lo supe desde siempre,
te hubiera reconocido entre miles,
fueron muchas vidas esperándote
deseando que llegaras,
soñando con el momento
en que nuestras miradas se cruzaran.