Pensando en ti.
En medio de la noche, justo cuando mis pensamientos habían abandonado un poco al ser racional que vive en mí, apareciste ahí, me sonreías y te acercabas a mi, lenta, suave y con pasos etéreos. Contemplaba tu persona, tu figura, contemplaba todo lo que en estos días tu comenzaste a significar, que si bien ya habías llamado poderosamente mi atención, ahora, después de ese beso, terminaste por mover mis emociones, algo enterradas en la arena y el polvo, pero igual de intactas como la última vez que las pude percibir. Podemos soñar con ir a la playa, lejos de todo y todos; o podemos cumplir ese sueño y perdernos un fin de semana, donde pueda seguir a tu lado y contemplar tu persona, pero tambien escucharte y saber de ti, leerte unas cuantas letras y algo que sería maravilloso, poder contemplar juntos un amanecer y tener ese momento tan especial, juntos, para nosotros. De tal forma es que vuelvo a escribirte estas líneas, surgidas de la profundidad de mis emociones y de mis pensamientos,